Historias de los Balames

el

Mitologia-Maya

Los Balames tienen la reputación de inculcar el respeto por las propiedades de la vida.

Son de hecho los dioses de los cuatro puntos cardinales y de los vientos y de las lluvias que proceden de cada de ellos y son por ende supervivientes de algunas de las figuras centrakes de la antigua motología maya.

El Balam es considerado como un ser bondadoso y protector, y por tal efecto se le llama Yum Balam o Padre Balam.

Yum Balam, es el gran cuidador de las milpas, los montes y las tierras, y se asemejan a los cuatro bacabes que cuidan el universo. Antes de
empezar a trabajar una milpa o una tierra, tienes que ofrendar el
Saka’ a Yum Balam para que todo salga como lo has planeado porque él te ayudará a que los malos vientos, los animales del monte acaben con tu cosecha. Si eres caritativo con él, también recibirás tu buena dote al
momento de las cosechas, él tiene el poder natural para manejar los diferentes aspectos del Universo, porque si también le prometes y no cumples, él buscará la forma de que recibas castigo, ya que se manifiesta a través del ruido de los animales y de la naturaleza.


El indio de Tihosuco

Un indio que habitaba cerca de Tihosuco se había descuidado de la ofrenda acostumbrada, quizás infectado de malignos y escépticos puntos de vista modernos. Su milpa creció bastante bien, y cuando ya estaban por madurar las mazorcas fue a su milpa para examinarlas. Cuando se acercaba vio con desencanto a un hombre alto entre las matas con una gran canasta en los hombros en la que arrojaba las mazorcas maduras tsn rápidamente como las arrancaba. El indio lo saludo algo vacilante, pero el extraño le replico de forma seria y sin descuidar lo que estaba haciendo:

-Estoy cosechando de lo que yo envié.

Descansando de su trabajo, saco de su bolsillo un cigarro inmenso y tomando un pedernal y un eslabón comenzó a hacer fuego. Pero las chispas que sacaba eran relámpagos y el sonido de sus golpes eran terribles truenos que sacudían la misma tierra.

El pobre indio cayó desmayado de terror y cuando volvió en sí, vio que una granizada había destruido su maíz y tan pronto como llegó a su casa se sintió atacado por la fiebre que casí le cuesta la vida.

Kazap-Balam

En cierta ocasión, una mujer pidió a un niño que la acompañara a recoger leña al monte. Una vez ahí, la mujer le pidió que la aguardara un momento sin hacer ruido mientras ella iba a encontrarse con su amante. Cuando retornó había desaparecido el niño, por lo que pensó que, aburrido por la espera decidió regresar a su casa. Más al retornar a Dzitás, la madre del niño le preguntó a la mujer:

-¿Dónde está mi hijo?

Cuando la señora escuchó que su hijo se había extraviado, comenzó a llorar y a insultar a la mujer que lo había llevado. Inmediatamente llamaron a Don Juan Chan Barbachano, un yerbatero de Xocempich. El brujo le explicó a la madre que tendría que aguardar nueve días, hasta que recibiera una señal. Antes de que concluyera el plazo cinco niños fueron al monte a recoger leña, pero por el camino se encontraron con un enorme perro negro que sostenía algo en el hocico. Entonces los niños se dieron cuenta de que se trataba del pie y parte de la pierna del chico extraviado. Esta era la señal que el yerbatero estaba esperando. Era la prueba de que el niño había sido devorado por el kazap-balam. La mujer que había llevado al pequeño al monte fue arrestada por las autoridades.


El balam y el perro

Había un hombre a quien no le importaban los perros. No le gustaban para nada. Tenía un pequeño hijo, y ocurrió en una ocasión en que el chico andaba por el monte y fue capturado por un balam.

La esposa vió al balam apoderarse del niño, lo persiguió y le rogo que le devolviera a su hijo. Aquí es preciso saber que todos los perros pertenecen a los balames, y este balam se negó a devolver al niño aduciendo que no había perros en el hogar del chiquillo. A continuación le explicó a la mujer que si permitían que un perro viviera con ellos,le devolvería a su hijo. Ella prometió que así sería y le fue devuelto su hijo. Entonces el esposo fue a visitar a su cuñada, quien le dió prestado un perro, el cual encadenó a la puerta de la casa. La mujer sin embargo no dormía, y permaneció esa noche despierta y vigilante.

A la media noche, un hombre alto con barbas y cabellos blancos se aproximó a la puerta y comenzó a hablar con el perro:

-¿Vas a quedarte a vivir aquí?-le preguntó al animal.
-Si-contestó el perro.
-Bien-dijo el balam- entonces me voy. Esta gente puede conservar a su hijo.


La niña y la milpa

De antes no regaña la difunta de mi mamá si pegamos a los niños ahorita, a estas hora, se molesta. Porque cuando pegué a mi hijo asi, a estas horas, se fue corriendo, fue. De antes la técnica es monte. Y huyó el chiquito, huyó a pescarlo, creyó que le voy a pegar y éste se fue corriendo.

Y entonces dijo la difunta de mi mamá:
-¿Por qué pegas al chiquito?
-Cuando pasó una niña -dice- era madrastra no más (lo que) tiene, lo maltrataban mucho. Cuando pegaron por la señora se fue corriendo. Que cuando le pegaron se fue.

Sabe donde está su milpa de su papá, alla fue la niña.
Que cuando llegó en la milpa así, parece que se acostó donde prenden candela (fuego). Allá se acostó la niña.

Que cuando se levantó cortó la mitad de la papaya y lo comió.

Empezaron a buscar la pobre niña, no la buscaron, no la buscaron.

Cuando fue su papá en la milpa vio sus huellas de sus pies, que parece donde se acostó y comió la mitad de la papaya.

Bueno fue con el hierbatero, que le dijeron así:
-Llevaron así en el cerro, en el mul -pues que le dijeron- a las once dela noche cuando agarraron a la niña porque le pegaron, porque la señora que está en su casa no es su verdadera mamá.
-Madrastra lo que tiene -que dijeron por su papá de la niña.

Le dijeron entonces cómo fue la niña, le pegaron, fue en la milpa, se acostó pasó atras de la ceniza donde prenden candela, y comió papaya. Estaba comiendo la papaya cuando le hablaron por los x’balames, le dicen, dueños de las ruinas. Agarraron, lo llevaron y no la mataron, no la mataron, al contrario, la quieren más.

-¿Pero sabes cuántos pavos vas a dar (para) sacar la niña? Tienes que dar doce pavos. Así los tienes que matar los pavos y pones en la mesa y sacan la niña. Pero cuando sacan la niña no va a vivir. Está mueriendo cuando lo sacas.
-Pero no lo pienses -le dice-. Lo maltrataron mucho por su madrastra. No es su verdadera mamá, su mamá esta muerta -que le dijeron al señor.
-Pero no lo piensas, en tu milpa, allá van a llevar kol, chanchames. Y cuando llegas estás a mitad de gallina, y el kol, tortilla y chanchames. Durante tiempo, mientraas vives, allí te van a criar por tu hija.
-Cuando vas a tu milpa, pero lo tienes que comer todo, no vayas a llevar a la señora, porque la señora tiene la culpa y pegó tú hijita. Después que lo comas todo vas a tu casa.
-Si lo sacan, siempre no va a vivir la niña. Más tiempo va a vivir la niña, pero es hierbatera y va a curar mucho, muchas personas, es buena hierbatera cuando la van a sacar con el tiempo- dijo.
-No está muerta, no vayas a pensar si le hicieron daño. al contrario la quieren más dodne está.-dice.
-Está bien -acepto el papá.

Cuando va el viejito en su milpa está su comida, y donde va a hacer su milpa y cambian la casita así cuando pasa agua. Siempre allá van a llevar su comida. Hasta que se murió el viejo dejaron de llevar la comida por su hija.

Y ¿quién sabe si salió?
Es pasé, dicen en maya.
Y murió el viejo, pues dejaron de ir a comer kol. Allá terminó.

Fuentes:

Amador Naranjo, Ascención. Yumtsilo’b/Balamob: Los dueños de la noche. Proyecto Oxkintok.

Yucatán en Línea.

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